… Y llego el quinto día y Dios creó al hombre…
Así el buen Adán, desnudo y con todo un mundo de oportunidades y posibilidades; sin el estrés postraumático actual, sin enfermedades, tsunamis, ni propaganda partidista que estropeara el Edén, con todo el tiempo del mundo, buenas relaciones vitales con el Dios que todo lo ve, y sin necesidad de trabajar… ¡EN FIN! ¿Estaba en el PARAISO no? ¡Quien podría pedir algo más!...
Y cualquiera de nosotros lo hubiese hecho…, lo que hace una linda cara, cabello largo y “un par de cosas”, así es, ¡una mujer! Y el buen Adán se sintió solo…
Cuentan que en una noche de desesperación comenzó a platicar con los monos, y como no le hacían caso, comenzó a hablar con un toro, y como tampoco le hizo caso, empezó a hablar con la “serpiente”… y cuando se dio cuenta Dios, vaya regaño que le dio a Adán, y él le explico:
-Todo el día estas creando nuevos universos, diseñando nuevas especies, inventando plantas extrañas y no tienes tiempo para platicar conmigo…
-Pero…- Dios titubeo, pero antes de defenderse, Adán prosiguió.
-Necesito a alguien con quien divertirme, compartir el tiempo y que me sea fiel, alguien que me acompañe en estos momentos de soledad…
-Aja…- reflexionó Dios
Y Dios creó al perro…
No era precisamente lo que quería Adán, pero al momento lo ayudó a superar la soledad, y cada vez que Adán se quejaba, Dios creaba una nueva Raza…
Y Adán tuvo desde Alaskas hasta Chihuahuas, pero no fue suficiente; Adán sentía esa soledad que corroe, y aunque por momentos conversaba con su ejército canino, estos solo contestaban con ladridos, y de todos tipos…
Cansado de los perros y ante la falta de Sindicatos, hizo validos sus derechos humanos y fue a quejarse con el Creador…
-Señor, entiendo que estés ocupado, pero no tengo a nadie con quien hablar, digo, todas las creaturas que has creado hacen sonidos, unos bellos y otros feos como el de los cuervos, ¡pero ninguno habla!, no tengo a nadie para contarle los problemas de la granja y que cocine los puercos que cazo… (así proseguíohasta ser interrumpido por el mismísimo Dios)
-Pero si te he dado todo Adán; cuando dijiste que el Rio estaba muy lejos, cree uno cerca de tí, cuando dijiste que había mucho silencio, cree a las aves; cuando te quejaste de que el cielo estaba muy “monótono”, cree las constelaciones y las estrellas; y últimamente cuando dijiste que estabas muy solo, cree a los perros, y hace un tiempo tuve que inventar esos bozales por el escándalo que hacen; Adán pronto habré de Descansar y no quiero que nadie me moleste, ¡En Fin! Te he complacido en todo…
-Pero Señor entiéndame, estoy solo; bueno, con un millón de perros pero solo, necesito a alguien que me hable, que me comprenda, que se parezca a mí pero moldeada de otra forma, con otras medidas, pero la necesito ¡ya!
-¿la?.. Reflexiono el Todo Poderoso.
…Y Dios creó a la mujer…
Dicen que extrajo solo una costilla de Adán y de ahí la creo, pero considero que también tomó la escénica de la belleza, un poco mas de carne para ciertas zonas, la delicadeza de las maravillas naturales, la dulzura de frutas nunca antes vistas (porque las extinguió para darle toda su dulzura a ellas) y adecuo su cerebro especializándolo en la comprensión, afecto y en modos de tentar al hombre (lo ultimo según recientes investigaciones).
Y fue tal la creación que logro, que Adán se olvidó de que andaba en el paraíso y comprendió que ese era el NUEVO PARAISO, que tanto había anhelado…
-¡Por Dios!- dijo Adán y el Creador pensó –pero… ¿qué he hecho?, he traído a la mejor amiga de la tentación-
Y así fue, fue tanta la perdición de Adán en Eva, que pronto la única regla de toda la Tierra, fue violada por culpa de una “SERPIENTE” y “un par de cosas”, que nos tienen aquí aurita sufriendo en la tierra y a años luz de la gloria de aquel paraíso donde todo era Luz, alegría, cosas nuevas, descanso, y un aburrimiento ¡total!, que por mucho, prefiero un mundo con mujeres, con todos sus problemas, calor y disgustos; pero con esas musas que inspiran a músicos y artistas, a un paraíso solos y sin “angelitas” para observar.
Así surgió la mujer, el hombre necesitaba un complemento, alguien con quien estar y que supiera hablar, alguien que juntase la belleza del universo en su ser, la dulzura de la tierra en su sonrisa, la gracia de la naturaleza al hablar, y la esencia de la creación en su mirar y ¡claro! Las medidas que Adán recomendó para hacernos Soñar…
Y fue así como surgió la mujer…
… y Dios creó la mujer…
CJEP
